navega un barco a la deriva
perdido entre sueños
oculto de los sentimientos
busca tripulación que le lleve a puerto.
Salpicado de mil tristezas
plagado de melancolía
sufre los daños de tormentas
que rompieron su cubierta
y doblegaron su quilla.
Temeroso de quien lo dirija
cansado de batallas sin sentido
navega por los mares
ocultándose de los peligros
buscando calmadas bahías.
Con el mástil roto por las olas
y las velas hechas harapos
surca los océanos perdido,
dejándose llevar por las corrientes
hasta lugares sombríos.
Mira al sol con descaro
le sonríe burlón y orgulloso
despliega sus velas al viento
se deja mecer por las olas
sabedor de lo que lleva dentro.
Nada ni nadie valoró tal tesoro
nada ni nadie logró arrebatárselo
aún lo esconde en la bodega
en un baúl de plata y oro
custodiado por siete sirenas.
